Delitos de amenazas y coacciones

Los delitos de amenazas y coacciones se refieren a conductas que buscan intimidar o limitar la libertad de actuación de otra persona mediante el uso de la fuerza o el miedo. La ley protege la autonomía individual y sanciona toda forma de presión o violencia psicológica.

Los delitos de amenazas y coacciones protegen la libertad personal y la tranquilidad individual. Se cometen cuando alguien, mediante el uso del miedo o la fuerza, intenta condicionar la voluntad de otra persona o restringir su capacidad de actuar libremente. Ambas figuras comparten el elemento común de la intimidación, aunque difieren en su forma y en los efectos que producen.

El delito de amenazas se refiere a la advertencia de causar un mal a otro, ya sea en su persona, bienes o derechos, con la finalidad de infundir temor. Las coacciones, en cambio, consisten en obligar a alguien a hacer algo que no quiere o impedirle hacer lo que la ley no prohíbe. El Código Penal establece diferentes grados de gravedad según el medio empleado, la finalidad perseguida o la relación entre las partes.

La intervención de un abogado penalista especializado es fundamental, ya que estos delitos suelen depender de la interpretación de las pruebas, las declaraciones de las partes y el contexto en el que se produjeron los hechos. En nuestro despacho abordamos cada caso con un análisis exhaustivo y una estrategia de defensa o acusación adaptada a las circunstancias concretas, garantizando siempre el respeto a los derechos y la protección de los intereses del cliente.